#13. diario tardío de un viaje al sur. parte II
si todo permanece. si todo desaparece cuando dejamos de mirar.
*por si recién te sumás, este diario empezó acá.
7 de enero de 2025
(no lo sabemos, pero semanas más tarde muchos de los lugares por los que caminamos serán consumidos por un incendio que estaba activo desde fines de diciembre. las noticias de estos días dicen que el fuego se llevó puestas más de 4.000 hectáreas del parque nacional nahuel huapi.)
las distancias en la patagonia parecen cortas; no lo son. para llegar a la posada que nos recibirá durante las próximas cuatro noches tenemos que hacer 191 kilómetros. la ruta 40 puede ser hermosa y también extremadamente árida. los cerros se alejan y el verde desaparece. son kilómetros y kilómetros de tonos tierra. no hay señal de celular, no hay zonas pobladas. somos sólo nosotros y de fondo las voces de fiorella sargenti y santiago calori en su podcast hoy trasnoche.
hablan de babygirl, mi última grandísima indignación del cine. aún no me recupero.
llegamos a esquel. ahora sí encontramos un pueblo del interior de argentina igualito a uno de uruguay. tenemos hambre y necesitamos agendar nuestra visita al parque nacional los alerces. vinimos especialmente a eso y a conocer el alerce milenario. emanuel insiste en hacer el trekking del glaciar torrecillas. no quiero escuchar más la palabra trekking; la suerte está de mi lado, la excursión está cancelada.
yo también tengo mis pequeñas obsesiones: hacer kayak por los lagos patagónicos.
en el parque nacional los alerces todo implica una excursión y toda excursión es carísima. nos olvidamos del kayak y compramos el paseo del alerce milenario.
corte a negro. ahora estamos en el medio de la nada. la posada se encuentra en la cima de un cerro. para llegar al paraíso tuvimos que hacer dos kilómetros de camino empinado y con piedras reventando al pobre fiat cronos; las ruedas lloran, yo pienso en que el auto se va a romper en cualquier momento y que si emanuel no manejase no sé cómo hubiésemos llegado. pero emanuel maneja y llegamos.
el lugar es, ya lo dije, el paraíso y —afortunados nosotros— somos los únicos huéspedes. es como si hubiéramos alquilado una gran casa de campo para nosotros solos. nos lo merecemos o eso elijo creer.
la noche se anuncia y todo se torna azul. pienso en rebecca solnit y en su guía sobre el arte de perderse.
El mundo es azul en sus extremos y en sus profundidades. Ese azul es la luz que se ha perdido. La luz del extremo azul del espectro no recorre toda la distancia entre el sol y nosotros. Se disipa entre las moléculas del aire, se dispersa en el agua. El agua es incolora, y cuando es poco profunda parece del color de aquello que tiene debajo. Cuando es profunda, en cambio, está llena de esa luz dispersa; cuanto más limpia está el agua, más intenso es el azul. El cielo es azul por la misma razón, pero el azul del horizonte, el azul del lugar donde la tierra parece fundirse con el cielo, es un azul más intenso, más etéreo, un azul melancólico, el azul del punto más lejano que alcanzas a ver en los lugares donde puedes abarcar grandes extensiones de terreno con la mirada, el azul de la distancia. Esa luz que no llega a tocarnos, que no recorre toda la distancia hasta nosotros, esa luz que se pierde, nos regala la belleza del mundo, gran parte de la cual está en el color azul.
8 de enero de 2025
primera visita a trevelin, el corazón de la colonia galesa que, a fines del siglo XIX, se instaló en el sur de argentina. uno de los grandes atractivos del pueblo son las casas de té en las que se sirve el típico té gales. no queremos empacharnos con más harina así que nos contentamos con la renombradísima torta galesa, una bomba calórica que —aparentemente— no nos podemos ir sin probar. al final la torta galesa no es tan sorprendente.
hoy es nuestra primera aproximación al parque nacional los alerces. decidimos entrar por la portada sur. el parque tiene tres entradas: sur, centro y norte. la sur es la menos atractiva. somos buenos en la planificación de viajes, pero a veces fallamos. la puerta más atractiva es la del centro. iremos mañana.
de todas formas nos quedamos con un puñado de buenas fotos y con el folleto de los destacados del parque que te guía en todos los bichos y flores que te podés encontrar en el recorrido.
emanuel sueña con toparse con un puma.
9 de enero de 2025
día de la excursión al alerce milenario.
salimos muy temprano porque el asunto tiene muchas etapas. primero hay que ingresar al parque por la entrada centro; después manejar varios kilómetros hasta llegar al estacionamiento del puerto chucao; y, por último, hacer una breve caminata entre un bosque de arrayanes hasta llegar a la embarcación.
el paseo, entonces, incluye: barco que atraviesa el lago menéndez + caminata de unas dos horas de dificultad baja + guía que te hace todo el cuento del parque, de la biodiversidad y, por supuesto, del alerce abuelo que —dato— tiene el mismo tamaño que el obelisco de buenos aires y hace más de dos mil años que vive allí.
nunca fui una niña national geographic, pero nadina es una muy buena guía y todo lo que cuenta me resulta fascinante; a eso se le suma que el recorrido es de una belleza descomunal.
dice mi amiga euge: “las montañas son poderosas”. tiene razón. la gente de montaña también me resulta de una sabiduría mayúscula.
se me cruza el libro de irene solà canto yo y la montaña baila.
volvemos a la posada; aparece dani, el propietario. dice que la verdadera patagonia es allí, en chubut, que en río negro todo está más gentrificado. no usa esa palabra, pero sus ideas van por ahí. hay algo acertado en eso que dice. caemos sin querer en temas de política. me explica que en chubut se robaron todo, que por eso las rutas están cómo están. de todas formas me cuenta que él es apolítico, pero que espera que las cosas con este gobierno mejoren, que todo sea más republicano como en uruguay. la conversación se termina ahí.
10 de enero de 2025
último día completo en chubut. hoy es nuestra jornada de lago, playa y lectura. descanso y relajación diría ottessa moshfegh. de yapa tenemos avistamiento de un grupo de bandurrias australes.
tuve mi momento david attenborough y juré documentalista de bichos.
11 de enero de 2025
nos despedimos de chubut y volvemos a río negro. próxima parada: villa la angostura. son muchas horas de viaje. elegimos dos altos en el camino porque el tirón es largo: 1. el viejo almacén una vez más; nos quedamos con las ganas de probar la tabla de ahumados: jabalí, ciervo, trucha y lomo. delicias para carnívoros. 2. un lugar llamado el piletón del manso que, supuestamente, es un imperdible. tal vez el peor error del viaje. marea humana en un lugar paradisíaco. sólo para ir entre semana. fines de semana, lejos.
en la ruta nos acompaña joan báez. estamos ansiosos por ver a complete unknown y esta es la forma de ir poniéndonos a tono.
también sumamos las preguntas que le hace adrián lakerman al documentalista néstor frenkel en su podcast comedia.
frenkel es un genio, es un loco y me interesa particularmente su mirada del mundo.
llegamos a villa la angostura. nos quedamos en un lugar que se llama puerto manzano. emanuel declara que cuando se jubile quiere venirse a vivir acá. le pregunto cuántos derechos de autor tiene que venderle a netflix para lograrlo.
villa la angostura es como el josé ignacio de la patagonia. es realmente muy lindo, pero siento que no me conmueve tanto, todo es demasiado perfecto, todo luce demasiado caro y opulento.
un taxista nos cuenta que acá tienen casas las familias más poderosas de argentina. algunos, como mauricio macri y juliana awada, las muestran en las revistas.
12 de enero de 2025
villa la angostura quedará en mi memoria por dos asuntos.
finalmente logramos hacer kayak.
empecé a los galgos, los galgos de sara gallardo. aún no salgo del hechizo.
cierro este diario, entonces, con un pequeño bocado de gallardo. ojalá te den ganas de leerla.
No puedo saber si las plantas son verdes de día y grises de noche o verdes siempre. Si solo existimos bajo la mirada del amor. Si todo permanece. Si todo desaparece cuando dejamos de mirar. “Todo ha muerto, ya lo ves”.
si llegaste hasta acá, como siempre, gracias por la lectura.
si querés, me podés escribir a piasupervielle@gmail.com.
esta edición de arbitraria no cuenta con la mirada atenta de emanuel bremermann; te pido disculpas por las erratas y aprovecho a contarte que esta newsletter no está escrita con IA ;)
si alguien te reenvío este correo y querés suscribirte, podés hacerlo acá.
coda
ya te conté demasiadas veces de lo que admiro a fabián casas, así que no puedo evitar compartirte su conversación con gonzalo heredia en entre libros, el nuevo programa de blender. por favor, hacete un tiempo y escuchalo. después, si querés, me contás.
respecto a la entrevista a Casas....la generosidad y humildad, la amplitud de pensamiento, la frescura q emana emociona.
hermoso registro de ese recorrido....