#12 diario tardío de un viaje al sur. parte I
se sabe que hay un después del verano. como hay un después de todos los entusiasmos.
2 de enero de 2025
nos vamos al sur de argentina, a la patagonia; queríamos ir hace tiempo y finalmente nos vamos ahora, el momento menos conveniente para cruzar: argentina está carísima.
el sentido de la oportunidad nunca fue lo nuestro.
llego a este viaje con la cabeza embotada, con cierto peso en los hombros y un estado que detesto: ciertos pensamientos circulares que me abruman. así que tomo algunos recaudos. soy una mujer prevenida. mi psicóloga dirá algo más contundente: “hay un temita con el control”.
archivo todos los grupos de whatsapp, menos cristobal. así se llama el grupo familiar, lo decidió mi hermano francisco y es un guiño a la calle en la que viven mis padres, la misma en la que vivímos todos durante varios años.
elimino x. siento una liviandad rara; ¿será esto la paz mental?
es 2 de enero y aeroparque es un mar de gente. entre la multitud me cruzo con victoria de masi, seguramente la periodista argentina que más admiro hoy. extraño mucho su newsletter gracias por venir y la sigo con devoción en su columna argentinos de bien en el programa de streaming industria nacional.
de masi no está sola. caigo en la cuenta de que está con un sujeto que conozco, que conozco bien.
es matías martin.
le hago el cuento minuto a minuto a mi amigo guille. le pregunto si serán novios. me responde con su gracia habitual: “un famoso, qué pereza”.
no me aguanto y googleó. días después aparecerá una nota en la nación. el título: “matías martín volvió a apostar al amor y disfrutó de unos días de relax junto a su nueva novia en el sur”.
de masi es autora del libro karina. la hermana. el jefe. la soberana, un perfil sobre karina milei, la hermana del actual presidente argentino. para hablar de su publicación la entrevistaron grandes nombres del periodismo; por ejemplo, el señor hugo alconada mon. lo hizo en el mismo medio que, semanas después, la nombraría como “nueva novia”.
llegamos a bariloche. aquí estaremos durante cuatro días y tres noches. nos quedamos en el lago gutiérrez, en una zona que se llama villa los coihues en honor a los árboles del lugar. estamos a unos 20 minutos del centro de la ciudad. estamos a unos 20 minutos de una masa enorme y deforme de adolescentes que celebran un final y un principio. en argentina, en enero, cientos de pibes de 18 años hacen su viaje de egresados; el destino: bariloche.
en algún momento tendré un flashback violento; a los 14, con mi generación del colegio, hicimos ese viaje. no celebrábamos el egreso, no sé qué celebrábamos. pero allí estuvimos. los boliches siguen siendo los mismos, el circuito se repite: bypass, grisú, cerebro, roket.
aparecen fragmentos de mi propia coming of age.
vuelvo.
la patagonia es hermosa, pero nadie te habla del polvo y de la tierra con la que tenés que convivir. todavía no pienso en el futuro: la lavarropa funcionando al máximo.
cenamos en un lugar inolvidable; se llama lumbre. la cena es de pasos. comemos empanadas de ciervo, lengua de cordero a la vinagreta, vitel toné de hongos, pionono de trucha; comeré trucha todas las veces que me la ofrezcan. al final del viaje tendré un momento de desencanto porque alguien nos dirá que la mayoría de las truchas que se venden en la patagonia son de criadero.
leo sobre esta tierra de lalo barrubia. es la primera vez que la leo y me gusta. me dan ganas de seguir con sus libros anteriores. por si querés chusmear, te dejo un avance que se publicó en intervalo, la revista digital de escaramiza.
3 de enero de 2025
amanecer en el lago gutiérrez, precioso; desayuno de la posada, decepcionante.
alquiler de auto en el centro de la ciudad. de nuevo: mar de gente. advertencia de hermano sabio: “agreguen todos los seguros porque está lleno de caminos de ripio”. la prex llora a gritos.
hace mucho calor. aún no sé si somos muy afortunados o todo lo contrario.
el fiat cronos no tiene bluetooth; esuchamos la radio. la 100 fm, un programa que conduce guido kaczka.
el paseo del día es un recorrido por circuito chico. en nuestros viajes emanuel se encarga de resolver los lugares a visitar y sus respectivas actividades; yo, de los alojamientos y los lugares para ir a comer. la patagonia viene con algunas exigencias en lo que refiere a planes: mucha subida de cerro, mucha caminata con dificultad.
cuando lo conocí no sabía que este asunto de la aventura y el trekking le seducía tanto; siete años después me encuentro con una valija con championes de trekking, calzas y medias adecuadas para distintas proezas. no me reconozco. mi voz interna me grita ridícula.
ayer hicimos el primer trekking. no estaba en los planes, pero lo hicimos igual. quedaba cerca de la posada, habíamos estado muchas horas sentados y bueno, estamos de vacaciones.
el chistecito de la caminata a la cascada de los duendes y la posterior subida al mirador del lago gutiérrez viene con estos números: 12,47 kilómetros y 52 pisos subidos.
así lo marca la aplicación de mi celular.
la vida permanentemente cuantificada. ¿no te pasa?
lugares para hacer una pausa en circuito chico:
sendero los arrayanes
baño en el muelle de lago escondido
lago perito moreno
cascada en la base del cerro lópez
4 de enero de 2025
plan del día: subida al cerro lópez. como somos gente seria y comprometida, ayer de noche tomamos y comimos como si no hubiese mañana (sugerencia: seguir a mecha solís en instagram).
es temprano, las 8am. armamos las mochilas con dos bananas + dos medialunas + tres litros de agua. el pibe de la recepción del hotel nos dijo que con eso íbamos a andar genial. también dijo que era la mejor vista de bariloche.
logramos llegar a la base del cerro a las 9.30. vamos a ascender a 1.600 metros sobre el nivel del mar. es un recorrido de once kilómetros. pienso que el día que dije que sí no sabía estos números, que estoy loca, que en mi contrato ficticio de pareja jamás firmé nada que tuviera que ver con este delirio. emanuel está plétorico. en nuestras fotos parece que yo también; mi cara miente.
subimos en dos horas y 15 minutos; bajamos en 90.

dice mariana enriquez que bajar es lo peor.
siempre sabia enriquez.
5 de enero de 2025
ruta 40 rumbo al bolsón.
parada en el lago steffen. nos bañamos, leemos, nos tiramos un rato a la sombra. puedo tocar el momento de felicidad.
trucha en el viejo almacén, restaurante rutero en las afueras de un pueblo perdido llamado foyel.
viajamos en silencio. emanuel quiere comprar un cable auxiliar para conectar el celular y escuchar música.
6 de enero de 2025
segundo momento delirante del viaje: trekking hasta el cajón del azul.
susana —la dueña del b&b del bolsón— nos da todas las indicaciones, nos sugiere no ir demasiado cargados, que si estamos en buena forma no nos va a costar, pero que es un camino largo, sinuoso (todo es sinuoso en la patagonia) y con muchas subidas y bajadas; que llevemos buenos zapatos y bastante agua. le preguntamos cómo es el cajón del azul, si vale la pena el esfuerzo. nos reconoce que jamás fue. no entendemos. al final explica que llegó hasta el refugio la playita, a orillas del río azul. nos pronostica como máximo unas tres horas de ida.
en la patagonia los refugios son hospedajes de montaña; algunos tienen camping, otros simplemente dormitorios para que la gente pase la noche.
en bariloche, por ejemplo, hay cuatro refugios que se conectar en varios días de trekking. el sueño de emanuel es hacerlo algún día. le deseo suerte.
después de dos horas y media llegamos al refugio la playita.
hay recomensa: un baño en las aguas glaciares del río azul. me siento un deportista de elite después de un esfuerzo inconmensurable. el agua está gélida, el cuerpo se me entumece, no puedo hablar. suena insólito, pero la sensación termina siendo reconfortante.
comemos dos lomitos, la versión argenta de nuestro chivito. no tienen gusto a nada, pero tenemos tanta hambre que, en ese momento, es lo más rico que comimos en nuestra vida.
leo tiene que ser aquí de maggie o’farrell; está bien, lo disfruto, pero hamnet sigue siendo lo mejor que leí de ella.
emanuel lee la invitada de emma cline. dice que es un libro pariente de un cuento de john cheever. el primer libro de cline se llama las chicas y me salvó unas semanas del año de la peste. si lo encontrás por ahí, leelo.
no se nos ocurre seguir rumbo al cajón del azul.
a la vuelta compramos dos cervezas artesanales; el lúpulo es un clásico del bolsón. no recuerdo la última vez que tomé cerveza, hay una de frutilla que encuentro deliciosa.
7 de enero de 2025
compramos el bendito cable auxiliar. el más barato. hace falso contacto así que hay que hacer unas maniobras extrañas para que se escuche bien. dejamos al silencio y a guido kaczka atrás.
nos despedimos de la provincia de río negro y nos adentramos en chubut.
próxima parada: parque nacional los alerces.
si llegaste hasta acá, gracias. esta fue la primera entrega de arbitraria 2025.
la segunda parte del diario del sur llegará el domingo que viene.
si estás pensando en visitar la patagonia y querés más información, me podés escribir a piasupervielle@gmail.com.
la cita del subtítulo de esta edición es del libro sobre esta tierra de lalo barrubia. me gustaría dejarte el fragmento de donde nacen ambas frases.
si alguien te reenvío este correo y querés suscribirte, podés hacerlo acá.
Vamos por la otra etapa del viaje! ¿Cuál es el curnto de Cheever?
Hermosa! Espero la segunda parte 👏🙏💪🤘😊