pienso en el desorden, en mi desorden, en todas las ventanas abiertas que tiene mi computadora y mi cabeza este último domingo de setiembre.
pienso en una idea que repito —de manera muy estúpida— todos los años: “el segundo semestre va a ser más tranquilo”. por supuesto, nunca sucede.
pienso en mis equivocaciones, en decir que sí cuando en realidad debería haber dicho que no. pienso en mis listas de pendientes: podcasts uruguayos que tengo que escuchar para el premio sonora aural; breves biografías de personajes célebres del departamento de cerro largo que aún me quedan por escribir; entrevistas a hombres y mujeres que fueron jóvenes en los ‘70, ‘80 y ‘90 y que formaban parte del circuito under de montevideo; nuevas series de las plataformas de streaming para la próxima columna no toquen nada (no, no voy a ver envidiosa y espero no tener que verla; dicho esto: me encanta griselda siciliani); hospedajes en el sur de argentina para unas vacaciones que, por ahora, no existen.
y en el medio de toda esa maraña mental pienso que, por estos días, leo corto, fragmentado, poco.
me enojo conmigo, primero, por la ausencia de tiempo, por todos los libros que quiero leer y no podré hasta dentro de varias semanas.
(otra lista de pendientes: el origen de las palabras de damián gonzález bertolino, todo el mundo sabe que tu madre es una bruja de rivka galchen, la existencia está en otra parte. relatos a cien años del manifiesto surrealista. con selección y prólogo de virginia mórtola y una lista destacadísima de autores uruguayos; niñas vírgenes de yanina vidal; las sombras errantes de pascal quignard; rojo de mercedes estramil; la enfermedad y sus metáforas de susan sontag)
me vuelvo a enojar; ahora por otra razón: quiero leer concentrada, no así, no de esta manera desmembrada, no con el celular amenazante a dos centímetros de mi cuerpo, no con la idea agotadora de que debería estar haciendo otra cosa: ser productiva (palabra que detesto).
me acuerdo de la columna todos idiotas de azahara palomeque en el país de madrid que leí hace varios meses.
vengo con este hilo de pensamiento y me cruzo con una columna de martín kohan en perfil.
De la lectura en soporte de papel me gusta, entre otras cosas, que el subrayado trae los gestos y los instrumentos que son propios de la escritura (en otros soportes el efecto se debilita o se pierde). Subrayar supone detenerse y volver atrás, haciendo de la lectura un arte de la lentitud y no del apuro (incluso las fugas hacia delante de las novelas de César Aira admiten esa alternativa: la de detenerse a subrayar, para ver cómo lo hizo). El subrayar como una práctica de intensificación de la lectura.
Eso que se hace al leer se anticipa al escribir con el recurso a las bastardillas o a las negritas. El texto ofrece sus subrayados antes de que el lector mismo subraye. Pero hay otra forma de destacar que pasó a generalizarse en la prensa y en los manuales escolares, que consiste en extractar y recuadrar. Si la relación con el texto se intensifica con la frase subrayada, con la frase extractada se anula. Se pasa a leer de a cachos, puras frases sueltas, desgajadas (como ocurre, en lo audiovisual, con la reducción de todo a videítos). No son ya lecturas fuera de contexto, sino lecturas fuera de texto: fuera del texto mismo. Poco propicias para la comprensión de lo que se lee, pero formidables para poder largarse a decir cualquier cosa, sin tener demasiada idea de lo que el otro se supone que dijo, y que muy probablemente ni siquiera dijo.
no quiero —como dice kohan— leer de a cachos.
para esto tengo algunas estrategias.
leo no ficción
leo poesía
leo libros de fragmentos, subrayados, diccionarios
leo novelas cortas
leo libros de cuentos
hace unos días volví a leer cómo ser perfectos del poeta estadounidense ron padgett.
te invito a que lo leas todo y lo guardes.
lo que sigue es sólo el inicio.
Dormí un poco.
No des consejos.
Cuidá tus dientes y encías.
No tengas miedo de nada que esté fuera de tu control. No tengas miedo, por ejemplo, de que el edificio se derrumbe mientras dormís, o de que alguien a quien amás, muera repentinamente.
Comé una naranja cada mañana.
Sé amigable. Te ayudará a ser feliz.
Aumenta tu pulso hasta 120 latidos por minuto durante 20 minutos seguidos cuatro o cinco veces a la semana haciendo lo que te gusta.
Esperanza en todo. Expectativas en nada.
Cuidá primero las cosas cercanas. Ordená tu habitación antes de salvar el mundo. Después, salvá el mundo.
Tenés que saber que el deseo de ser perfecto es probablemente la expresión oculta de otro deseo: de ser amado, o de no morir.
Hacé contacto visual con un árbol.
Desconfiá de todas las opiniones, pero intentá encontrar algo de valor en cada una.
Vestite de una forma que te guste tanto a vos como a los que te rodean.
No hables rápido.
Aprendé algo cada día. (Dzien dobre!)
Sé amable con la gente antes de que puedan portarse mal.
No te enojes por algo más de una semana, pero no te olvides de lo que te hizo enojar. Tomá distancia de tu enojo y miralo como si fuera una bola de cristal. Después agregalo a tu colección de bolas de cristal.
bienvenida, bienvenido.
soy pía y esto es arbitraria.
el martes vuelve paul mccartney a uruguay.
ya lo escribió idea vilariño:
inútil decir más.
I
el fin de semana pasado fue la segunda edición del festival internacional literario del museo de arte contemporáneo de pablo atchugarry (maca). los festivales son instancias muy particulares; de pronto tenés la posibilidad de tomar mate con luciano lamberti, de cenar en la misma mesa que mariana enriquez, de almorzar una milanesa con martín kohan después de una derrota de boca juniors, de tomar unos vinos con la poeta francesa radicada en uruguay anne gauthey.
de todos los momentos valiosos e inolvidables del fil, quiero atesorar la lectura que hizo damián gonzález bertolino en la capilla del museo.
de tanto en tanto la literatura nos regala una oportunidad que no se volverá a repetir jamás. en el teatro pasa todo el tiempo; no viste la obra, no fuiste contemporáneo, marchaste. el momento no se repite.
en literatura son acontecimientos mucho más raros. suceden muy de vez en cuando.
la tarde del domingo 22 de setiembre éramos trienta, cuarenta, no mucho más. estábamos en silencio, sentados en el suelo, no sabíamos qué iba a pasar, sólo conocíamos al escritor y el título de la lectura: réquiem para la muerte de mi madre. damián —con la piedad de atchugarry detrás— ordenó los papeles, recorrió con la mirada el espacio y explicó de qué iba su lectura. luego leyó tres pasajes inéditos de la niña sin nombre, el libro de memorias que empezó a escribir inmediatamente después de la muerte de su madre a principios de 2024.
damián lo cuenta mucho mejor que yo en su cuenta de instagram.
II
Según Susan Sontag, la Venus de Milo nunca hubiese sido famosa si hubiera tenido brazos. Y el amor por el fragmento, que es la forma predominante de arte de nuestra época, tiene que ver con las mutilaciones de la historia, ya que lo que hoy aparece en forma de fragmentos son obras que han sido en parte perdidas, destruidas o abandonadas.
Según Luis Gusmán, los libros que hemos subrayado tienen, como nuestras caras, las señales del tiempo. Siempre sorprende no reconocer como propios esos subrayados, marcas o anotaciones que, transcurrido un tiempo, remiten a otro, a un extraño; como nuestro rostro, que a veces también parece de alguien que no somos.
los fragmentos son de según. una autobibliografía de osvaldo baigorria un libro que encontré en una librería de san telmo y compré gracias a esta nota de lento.
III
hay nuevo libro de fidel sclavo y, aunque estoy en mi momento leo corto, no pude evitar la tentación.
soy fan de fidel y de toda su obra. me gusta mucho lo que escribe. siempre le voy a agradecer a inés bortagaray que me haya presentado su faceta de escritor, pues no la tenía nada en el radar; me encantó yo soy el que no está y me fascinó zurcidor (un texto híbrido y muy personal sobre su amigo eduardo darnauchans que se publicó en la colección discos de estuario).
tengo la leve sensación de que te escribo para decirte —el libro que acaba de publicar en banda oriental— se separa bastante de sus textos anteriores. acá fidel se aleja del yo y nos cuenta la historia de encuentros y desencuentros entre emilio y paula.
te escribo para decirte tiene unas cuantas listas; a paula le gustan los poemas que simulan listas; gracias a ella, volví a cómo ser perfectos de padgett. a paula, en realidad, le gusta hacer listas. así que el libro tiene unas cuantas.
Diez cosas que le dolieron a Paula y ahora se acuerda al hacer la lista.
1. Cuando cayó de un árbol, de niña, y se partió el labio.
2. La vez que fue a la peluquería a hacerse reflejos, cuando le pusieron la gorra de plástico y con una aguja sacaron cabellos sueltos para teñirlos de un tono claro.
3. Un verano que se intoxicó con berberechos en mal estado y pasó dos días en cama retorciéndose.
4. Cuando la picó una aguaviva por primera vez y era un dolor nuevo, que no entendía. Menos todavía viniendo de algo bello y no feo.
5. La traición de una amiga, inesperada.
6. El primer novio que la dejó por otra y ella creía una relación perdurable, constante, eterna, inoxidable, luminosa.
7. Cuando supo que todos nos íbamos a morir un dia.
8. La fractura de tibia y peroné, un verano de vacaciones.
9. La primera discusión fuerte con su madre.
10. La separación de los Beatles.
IV
Como un jarrón, el corazón se rompe una vez. Después de eso, se limita a ceder ante sus imperfecciones.
la cita es del libro 300 razones de la escritora estadounidense sarah manguso. me lo regaló fer medina porque le pareció un libro muy “arbitraria”.
V
reitero: el martes vuelve a tocar paul mccartney. qué privilegio el nuestro. lo vi en 2012 y ahora lo veré una vez más.
ayer hablabámos con el señor emanuel bremermann —periodista, escritor, columnista, mi pareja y el editor no remunerado de arbitraria ;)— cuáles son nuestras canciones favoritas de los beatles. yo dije, primero, strawberry fields forever, después blackbird, también two of us, i’m looking through you, something. me río de mis obviedades.
él dijo a day in a life, across the universe, while my guitar gently weeps. verán que es mucho más escueto y decidido que yo.
escribo esto y escucho let it be; me acuerdo de la proeza de peter jackson en el documental the beatles: get back. lo pueden ver en disney +. es una verdadera maravilla, que no te asusten los + de 400 minutos.
en 2022 hicimos con gastón gioscia una columna sobre él. la pueden escuchar acá.
gastón vio seis veces a paul; está será la séptima vez. el viernes también hicimos una mini previa en no toquen nada.
la semana pasada fallé, no llegué, cosas que pasan. espero que no se repita demasiado. ojalá no te hayas dado cuenta. aunque en realidad ojalá que sí y que me hayas extrañado ;)
dicho esto: gracias por la lectura y por acompañarme, una vez más.
si alguien te reenvío este correo y querés suscribirte, podés hacerlo acá.
siempre me podés escribir a piasupervielle@gmail.com.
nos leemos —si todo sale bien— en quince días.
coda
marce baruch e irene delponte —dos mujeres que ya han pasado por arbitraria— inauguraron hace unas semanas sustrato, su newsletter de gastronomía, alimentos y otras yerbas. celebro que haya cada vez más boletines, celebro que haya uno que tenga como foco la comida. sustrato sale el segundo y cuarto jueves de cada mes y te suscribís acá. ¡felicitaciones queridas!
el viernes abrió las puertas una nueva edición de la feria del libro y estas son las tres actividades a las que quiero ir. dos de ellas —qué suerte la mía— son exactamente en el mismo momento. la tercera, por suerte, está durante toda la feria.
miércoles 2 a las 20 horas. emiliano zecca presenta su libro el humo, la patria o la tumba junto a los hermanos carlos y valeria tanco. un acontecimiento para alquilar balcones.
miércoles 2 a las 20 horas. nadie muere en muertevideo con la curaduría de los queridos peces en el hielo. participan y leen: santiago pereira, magdalena portillo, claudia campos, gabriel peveroni, claudio burguez, entre otros.
todos los días hasta el 13 de octubre. en el piso 1 y 1/2 se puede visitar la muestra novelas montevideanas, una cartografía de los libros que retratan la ciudad llevada adelante por gabriel peveroni y que contó con la votación de 234 personas. es probable que vuelva a estas novelas un poco más adelante, pero si te da curiosidad y querés saber cuáles son, lo podés chusmear acá.